A lo largo y ancho del mundo existen destinos de crucero que atraen cada año a millones de turistas. Por ejemplo, en la región del Mediterráneo, ciudades icónicas como Roma, Barcelona, Atenas o Estambul reciben un flujo constante de visitantes. Sin embargo, aquellas personas que buscan disfrutar de experiencias verdaderamente exclusivas y un entorno de calma y sofisticación, prefieren alejarse de las multitudes y adentrarse en lugares más auténticos y con un encanto propio.
Cuando hablamos de los cruceros de lujo, es necesario destacar que los viajeros más distinguidos ya no buscan solo monumentos famosos o grandes avenidas, sino destinos pequeños y auténticos donde la exclusividad se perciba incluso en los detalles más pequeños. Uno de esos lugares privilegiados es, sin lugar a dudas, Portofino, un destino costero situado en la Riviera Italiana.
Este pequeño pueblo, con su puerto rodeado de casas de colores pastel, sus calles empedradas y su ambiente marinero, ha cautivado a viajeros de todo el mundo. No es casualidad que incluso la cantante y compositora Taylor Swift lo haya mencionado en una de sus canciones más recientes y algunos famosos, como Beyoncé, Kim Kardashian, Rihanna, Mariah Carey, George Clooney o Leonardo DiCaprio lo suelen visitar de manera recurrente.
Portofino es un destino tranquilo, íntimo y rodeado de naturaleza. Sus callejones serpentean entre pequeñas boutiques, terrazas y restaurantes con vistas al mar, creando un ambiente perfecto para viajar en un crucero de lujo. Si estás pensando en descubrirlo durante una travesía por el Mediterráneo, sigue leyendo para saber qué ver y hacer en Portofino durante un día de escala en un crucero de lujo por la Riviera Italiana.
Pasea entre sus casas y descubre su ambiente portuario
El puerto es el alma de Portofino. Aquí se concentra buena parte del encanto del pueblo y es, sin duda, una de las mejores cosas que hacer en Portofino durante una escala de crucero. Las casas de fachadas color pastel se reflejan sobre el agua, ascendiendo suavemente por la ladera entre jardines y vegetación mediterránea. Pasear por la Calata Marconi, la calle que bordea el puerto, es una experiencia imprescindible para impregnarse del ambiente local.
A lo largo de esta encantadora vía encontrarás terrazas con vistas al mar donde disfrutar de un café o un vino italiano mientras disfrutas del ir y venir de los yates y pequeños barcos pesqueros. También descubrirás exclusivas boutiques, tiendas de artesanía y galerías de arte que ofrecen una visión más íntima del estilo de vida portofinés. Su casco antiguo, de herencia medieval, se puede recorrer en pocos minutos, pero no te dejará indiferente.
No olvides detenerte en la Piazza Martiri dell’Olivetta, la plaza principal situada junto al mar. Es uno de los lugares más fotografiados de Italia y un punto ideal para comprender por qué Portofino se ha convertido en símbolo de elegancia y distinción. Aquí sentirás de verdad lo que significa vivir el Mediterráneo con calma, lujo y autenticidad: Portofino, destino que puedes ver en un día, se ha convertido en una experiencia distintiva de lujo.
La iglesia de San Martín (Chiesa del Divo Martino)

Si deseas descubrir la parte más histórica del pueblo, te recomendamos visitar la Iglesia de San Martín, conocida en italiano como Chiesa del Divo Martino. Este pequeño templo, ubicado en pleno casco antiguo, tiene orígenes que se remontan al siglo X y podrás acceder a él directamente desde la Piazza Martiri dell’Olivetta. Su arquitectura románica lombarda y su fachada amarilla y ocre a rayas le confieren un aspecto muy curioso y llamativo.
Al acercarte, te llamarán la atención sus imponentes puertas de bronce, donde se representa un episodio del siglo XVIII: la legendaria intervención de San Giorgio, quien —según la tradición— salvó a Portofino de un ataque pirata desatando una tormenta que dispersó a los invasores. En su interior, descubrirás frescos de una calidad excepcional, columnas de mármol blanco y capiteles finamente tallados que sostienen una estructura de tres naves iluminadas por la luz que se filtra suavemente desde los lunetos.
La iglesia de San Giorgio
Otro punto de gran interés es la Iglesia de San Giorgio, situada en lo alto de una colina que domina la costa y también ofrece otra de las mejores vistas del puerto. Su historia se remonta al siglo XII, aunque ha sido reconstruida en varias ocasiones a lo largo de los siglos, la más reciente en el siglo XX. De estilo románico, esta iglesia fue edificada sobre un antiguo templo y conserva en su interior las reliquias de San Jorge, el patrón del pueblo, custodiadas en un pequeño santuario ubicado bajo el altar principal. Es uno de esos lugares que no te puedes perder si visitas Portofino y no sabes qué ver en un día.
El Castello Brown, uno de los imprescindibles de Portofino

Dominando el puerto desde las alturas, el Castello Brown es otra de las paradas imprescindibles dentro de cualquier lista sobre qué ver en Portofino a bordo de un crucero. Su origen se remonta a los siglos XV y XVI, cuando fue concebido como fortaleza defensiva para proteger el puerto y el pueblo. Hoy, reconvertido en casa museo, el castillo ofrece una experiencia que ofrece la oportunidad de disfrutar de la historia, del arte y que proporciona unas vistas espectaculares de la bahía.
La subida hasta el castillo es, por sí misma, una ruta que merece mucho la pena hacer. El camino serpentea entre muros de piedra y vegetación mediterránea, regalando miradores naturales desde los que podrás tomar fotografías maravillosas del puerto y las colinas. Al llegar, descubrirás un edificio que, a pesar de las reformas y ampliaciones que ha sufrido con los siglos, conserva la esencia de su arquitectura original.
En su interior, las exposiciones relatan la historia de la región y del propio castillo, mientras que sus terrazas y murallas permiten contemplar una panorámica incomparable del mar de Liguria y del pintoresco núcleo urbano. Sin duda, el Castello Brown es uno de los lugares más emblemáticos que ver en Portofino en un Crucero, un punto que ningún amante del arte, la historia o la fotografía debería perderse.
El Faro de Portofino
Para culminar la jornada, nada mejor que seguir el camino que parte desde el Castello Brown hasta el Faro de Portofino, una de las excursiones más recomendadas entre los viajeros que apuestan por ver Portofino a bordo de un crucero de lujo. El sendero, rodeado de vegetación mediterránea y que ofrece unas vistas constantes al mar, te llevará en pocos minutos hasta este faro que se erige sobre los acantilados, marcando la entrada a la bahía.
La caminata es corta, pero muy impresionante, ya que a cada paso ofrece un paisaje de postal. Desde allí, la vista del Mediterráneo es sencillamente espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz dorada se refleja sobre las fachadas coloridas del puerto. Cerca del faro encontrarás terrazas donde sentarte a disfrutar de un refresco o un helado mientras contemplas la inmensidad del horizonte. Es una de las mejores cosas que hacer en Portofino en un día que deja un recuerdo imborrable.
Durante esta escala, podrás continuar tu travesía hacia otros destinos de la Riviera Italiana o embarcarte en itinerarios más amplios que puedes reservar en los cruceros desde Génova, a través de nuestro buscador de cruceros, Cruceros Lujo Travel ahora que sabes qué hacer en Portofino.
En definitiva, podemos decir que visitar Portofino a bordo de un crucero de lujo es descubrir la esencia del Mediterráneo más refinado. Este pequeño puerto italiano es un refugio para los sentidos, sus encantos se combinan en perfecta armonía lejos del bullicio de las grandes ciudades.












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